Escrito el 04/08/2020.

Todxs nos equivocamos, todxs en algún momento mentimos. Todxs alguna vez lastimamos a alguien que queríamos demasiado. Y eso no es un problema porque somos humanos, nos equivocamos. El problema es cuando no nos arrepentimos de esos actos fallidos, cuando nos gusta hacer mal, cuando no pedimos perdón ni esperamos ser perdonadxs.

Soy consciente de que algunas situaciones me superaron y me manejé demasiado mal, lastimé gente que quería y que me quería. Mentí por miedo al qué dirán y no medí las consecuencias. Pero, mi consciencia está tranquila porque se que no soy eso, no soy esa persona que mintió por miedo a que la respuesta no fuese algo que yo quisiera escuchar, no soy esa persona que fingió no sentir nada cuando estaba sintiendo todo, no soy esa persona que falló. Soy muchísimo más que eso, y se que cualquier persona que se tome el tiempo de conocerme lo puede comprobar.

Perdonemos a quienes nos fallaron porque quizás no fueron conscientes del daño que nos causarían. Perdonemos porque la gente se equivoca y a partir de ahí aprende.

Perdonemos porque es lo más sano perdonar.

Perdonemos a los demás y a nosotrxs mismxs por haber sido en algún momento algo de lo que hoy no estamos orgullosxs. 

Perdonemos y dejemos que el tiempo haga lo suyo. Lo que tenga que ser será, y lo que no, se va a ir y vamos a recibir cosas mil veces mejores.

Perdonemos. 

Perdonar sana.